Cómo empieza todo
Hola querida lectora (o lector!) Mi nombre es Mercedes y soy la creadora de Apapacho. Y quiero contarte cómo surge este pequeño emprendimiento. Para mí es una historia fascinante, llena de emociones y recuerdos y que me encanta compartirte. Ahí voy!
La idea de crear Apapacho nace del abrazo que dio mi hijo a su primer muñeco tejido por mí a sus 8 años. Eran los tiempos de la pandemia (2020) Llevábamos apenas tres años en España.
Apapacho y Atitlán
Veníamos de un lugar absolutamente mágico: el Lago Atitlán, en Guatemala, una zona netamente indígena (en los pueblos donde viví, la población indígena representa el 90% de la población total) Y digo del Lago, porque viví frente a él durante 12 maravillosos años.
Y allí nació mi hijo y vivió su primera infancia. Aprendimos muchas cosas, desde al menos comprender un poco la cosmovisión Maya hasta vivir en el ritmo de nuestro Lago y su gente. Y claro, cómo no, interiorizamos muchas palabras, gestos, y respuestas ante situaciones de la vida. El Lago fluctúa, cambia. Puede estar lleno de calma y paz, y puede también sacudirte en violentas tempestades. Y tras ellas, siempre regresa a su ser. Es sin duda alguna, el Lago más hermoso del mundo (así dice National Geographic)
Y entre esas palabras que aprendimos está Apapacho. Significa “abrazo con el alma”, y allí (y en muchos países de Latinoamérica) es una palabra absolutamente integrada en el vocabulario habitual, y diferenciada de lo que es la palabra “abrazo” sin más.
Regresamos a España para que él se educara aquí, en el norte (de donde soy, porque soy de Bilbao) y comenzara la primaria en una pequeña escuela Waldorf, en la Llanada Alavesa: Geroa Eskola. No obstante, regresábamos siempre al menos tres meses al año a nuestro Lago a que nos siguiera apapachando. Al poco de venir a España nos encontramos, como todas vosotras, de la noche a la mañana sin poder salir, y sin poder volar. Un grandísimo cambio.
Preparando un regalo especial
En ese tiempo de confinamiento decidí volver a tejer, y empecé a comprar hilos por internet. Diversos hilos, diversas calidades, y diversas texturas. En una de esas, me di cuenta de que llegaba el cumpleaños maya de mi hijo (de acuerdo con el calendario maya tzolk’in, que también celebramos) y quise regalarle algo muy especial. Así que tejí a escondidas mi primer muñeco.
Su gesto al recibirlo, un inmenso abrazo lleno de amor y ternura, me inspiró el nombre de este pequeño emprendimiento: Apapacho, en un guiño obvio a nuestros años vividos en Atitlán.
De ese apapacho a su muñeco y de sus palabras, de ese sentimiento de amor y pura ternura con el que reaccionó, nace un impulso en mí de querer compartirlo a todos los niños, ofrecerles algo que les hagan sentir lo mismo. Y así Apapacho responde a mi anhelo de poder contribuir a “apapachar” la infancia con “muñecos y juguetes que abrazan el alma”.
Atitlán, y la pedagogía Waldorf
En Guatemala, concretamente en San Marcos La Laguna, un pueblecito a orillas del Lago Atitlán, viví tres años, y allí es donde conocí la pedagogía Waldorf. Sucedió, como suceden las cosas mágicas, que me vi trabajando de la noche a la mañana en una escuelita Waldorf maravillosa, la Escuela Caracol (si pinchas en el link podrás ver el documental de la escuela, y por el minuto 4 ando yo) Y obviamente, mi hijo también se educó allí en sus primeros añitos.
Yo procedo de un ámbito bien distinto, la cooperación al desarrollo, y si bien había hecho mis pinitos en educación, mi experiencia era otra: la gestión y ejecución de proyectos. Y ese era mi rol en la Escuela: la administración. Pero un mundo enorme se abrió ante mí. Allí aprendí de qué se trataba la pedagogía Waldorf y del enorme cambio que supone en la educación de nuestros pequeños (y en nosotros) Ya no había vuelta atrás.
Al regresar a España ya estaba decidida a formarme en la pedagogía Waldorf, y ya tenía clara la educación que quería para mi hijo. Completé mi formación pedagógica en Geroa Eskola, y tanto esta pedagogía como mi hijo me enseñaron, entre otras muchas cosas, la necesidad de cultivar y proteger las cualidades propias de la infancia: la imaginación, la voluntad, la bondad, y la belleza.
Por todo esto que os estoy contando, mis creaciones están inspiradas en la pedagogía Waldorf, con un ánimo de compartirlas no sólo con quienes conocen este mundo, sino también con quienes no.
Y de esta forma es como nacen las creaciones de Apapacho, pensadas no solo para niños pequeños, sino también (y en especial) para los grandes, a fin de seguir cultivando en ellos la ternura, la empatía, y la magia.
Apapacho y la pedagogía Waldorf
¿De qué manera aplico la pedagogía Waldorf en mis creaciones?
En esta inspiración Waldorf, los muñecos son de formas sencillas, sin expresiones predeterminadas en las caras para que la imaginación de los niños sea la protagonista en decidir su estado anímico (alegres, tristes…) si están dormidos o despiertos…
Los muñecos representan seres mágicos, mitológicos, y valerosos. Es una evocación a los seres elementales (los Duendes) a la mitología y las constelaciones (Dragón, Unicornio, y Pegaso) Y también a los animales que representen el valor y la confianza (leonas) que queremos transmitir a nuestros pequeños . ¿Por qué leonas? Porque a mi hijo no le gustaba que hiciera «pelo» a los muñecos. Le gustaban así, pelados. Le dije que los leones tenían pelo. Y él, con su resolución habitual, me contestó: «pero las leonas no». Así que directamente me convenció, y son leonas.
Otra cuestión importante es entregar a los niños muñecos, juegos y juguetes «verdaderos» y en este sentido, hablamos de juguetes naturales, realizados con materias primas nobles. Ello va a dar lugar a que puedan desarrollar sus sentidos. Por esta razón utilizo materiales 100% naturales de primera calidad, que favorecen el desarrollo del tacto y del calor. También de la vista, por los alegres colores. Así, cada material (algodón, lana) otorga a nuestros nuevos compañeros la suavidad, el calor, y la alegría.
Mi objetivo con cada muñeco es provocar en el niño que lo recibe, el abrazo de forma natural e irresistible. Que el tacto sea impecable, y que el abrazo sea consistente y verdadero.
Apapachos grandes, seguros y sostenibles
El tamaño de los muñecos también es importante para un buen abrazo. Así, son muñecos que miden 50-60 cms. de media, salvo el Ratoncito Pérez, que mide 30 cms, por eso, porque es un ratoncito.
Los muñecos de ganchillo, amigurumis, están tejidos de una sola pieza, en un afán de hacer del muñeco una pieza duradera (casi indestructible) sin elementos que puedan desprenderse y sin estructuras internas.
Los Kits pedagógicos de Apapacho
Una de mis creaciones favoritas. En la Escuela Caracol, en Atitlán, también ejercí como maestra auxiliar de manualidades. Nacho, el maestro principal, me enseñó a aplicar la tabla del nº 6 en la realización de uno de los proyectos de cuarto curso: el gorro. Este gorro se realiza cuando se cierra la fontanela. Aquí, en Geroa Eskola (y demás colegios Waldorf) también se realiza este proyecto.
Así en la pandemia quise realizar creaciones aplicando las distintas tablas de multiplicar para que los niños puedan practicar las tablas con cada creación. Con cada kit se practica una tabla de multiplicar diferente. Pero quise llegar un poco más lejos. Quise aplicar las rimas al movimiento de las manos al tejer, a fin de que los niños puedan interiorizar el gesto del tejido a través de las rimas y de las imágenes. Para ello creé una serie de versos y rimas, y una propuesta pedagógica que está incluida en el kit. En la propuesta trato de reproducir lo que podría ser una clase Waldorf en el aula. También elaboré un tutorial para que podáis tejer en familia aplicando este método. Para verlo, pincha aquí.
Antes de atreverme a sacarlo al público se lo envié a una persona que considero referente (la considero referente porque es LA referente) en el mundo Waldorf en relación a las rimas con movimiento: Tamara Chubarovsky. Si tenéis instagram podéis ver la preciosa reseña que me hizo en su página haciendo click aquí.
Los materiales son 100% naturales: hilo de algodón orgánico, relleno de algodón y aguja de madera de abedul, a fin de estimular el sentido del tacto.
Por supuesto, he probado el material con mi hijo, ¿queréis ver qué bonito ha tejido? A él le encantó… espero que a vosotros también!
Las Muñecas Waldorf
La elaboración de las muñecas Waldorf surge cuando una amiga mía, psicóloga, me hace un encargo para trabajar su niña interior. La idea encaja con Apapacho, con el abrazo con el alma. Así, y porque ella me lo pide, me decido a hacer una muñeca más personalizada. También mi hermana estaba trabajando su niña interior, y su cumpleaños estaba próximo cuando mi amiga me realiza su pedido. Así que decido elaborar primero la muñeca de mi hermana.
Estudio patrones, métodos, veo tutoriales, y realizo el patrón (no logré encontrar un patrón que me gustara de un tamaño tan grande, por que también miden 50 cms) Pienso en ella, reviso fotos, elaboro su ropa de niña… y la verdad es que ¡me salió una muñeca preciosa! Estoy muy orgullosa de esta primera muñeca. ¿Te gusta?
Con el resultado de esta primera muñeca, emprendo la de mi amiga, que también quedó bien linda. Y luego vino otra, y otra más. Siempre personalizadas.
Así que decidí incorporarlas a Apapacho, porque comparten la misma filosofía.
En la pedagogía Waldorf el niño realiza su propia muñeca en 6º curso. Es una imagen de él y entraña un significado de tránsito hacia la secundaria, dejando atrás esta etapa de la infancia.
El cuidado de la niña interior es un tema totalmente aparte, pero muy relacionado con la necesidad del cuidado, de la sanación de heridas del alma, y por tanto de la necesidad de un buen apapacho a esta niña interior.
La muñeca está realizada con materiales 100% naturales: pelo de lana merina, piel de algodón y corazón de lana virgen. Una cosa que me parece maravillosa del uso de la lana para rellenar las muñecas es que dan mucho calor a los niños cuando duermen con ellas (buenísimo como decíamos antes para la estimulación de los sentidos de tacto y calor) Mi hermana, que también duerme con ella, dice que es una estufita.
Y esto es todo lo que por ahora os quería contar. Hay más cosas, pero tal vez en un próximo post. Espero de todo corazón que el hermoso sustantivo Apapacho se integre en vuestras vidas, y con él su verbo (apapachar) y todas sus conjugaciones. Desde mi humilde escritorio te mando un gran apapacho.
♥ Mercedes
DIME HOLA
Ay¡¡ Mercedes !!!! qué hermosura de apapachandemia te viviste con tu hijo. No lo puedo creer , cómo nace taaanto amor: Son obras, no milagros. Comprensibles si las tejemos, en un 2×3 ó valientemente en múltiplos de 9. Precioso!! Hay tanta obra maravillosa que nace en esta Antroposofía. Aún así, la duda me acecha.
Me siento con un corazón muy chiquito. Yo veía a mis nueras viviendo esos años innombrables, y no podía decir palabra. Sentía, que si yo hubiese vivido como mamá joven esos años, me serían una montaña inexpugnable. Mis hijos fueron a la escuela Waldorf durante la dictadura en Chile. Yo creo que si la hubiesen vivido en otro lugar, otra historia se hubiese contado. Por todos lados desaparcían personas, papás, mamás, vecinos, que hasta el día de hoy no son ni buscadas, ni reconocidas como desaparecidas. Ya se cumplen este año 50 años desde el inicio de la dictadura.
Yo vivo en algún puntito, de una franja de tierra, larga y angosta ; que se desliza entre la sombra de una cordillera que casi llega a los 7.000mt, y por el poniente, los acantilados del pacífico del sur; mientras por el norte tenemos el desierto más árido y florido del mundo, rematamos en el sur con hielos y aguas eternas.
En esa esquina del misma del mar, está el espíritu de Atitlán preparando afanosamente el hogar de Apapacho , esperando a sus amigos del Sur.
Mi querida Carolina! Cuántas ganas de poder apapacharte y conocerte en esa tu Chile, dura y hermosa. Guatemala sufre aún las heridas de la guerra, y hoy día se siguen reivindicando las desapariciones y genocidio del conflicto armado. Son las «Venas abiertas» de América Latina, diría Galeano. Recuerdo que cuando me instalé en el Lago un amigo me dijo algo así: la belleza del Lago tiene un peligro, te absorbe de tal manera que te hace olvidar la realidad de Guatemala. Y es cierto.
Tus hijos tuvieron suerte de ir a una escuelita Waldorf en Chile. Sin duda alguna, eso les protegió en aquéllos años. Fueron afortunados, y tuvieron una madre valiente que los llevó allí (me pregunto cómo hizo la escuelita para sobrevivir ese tiempo terrible… tienes que contarme!)
Gracias por escribir Carolina. Ojalá la vida nos lleve a darnos un inmenso apapacho en persona.❤️💕
Querida hermana, recién leo toda tu página web. He ido siguiendo tus inicios en la creación de este proyecto y veo cómo va avanzando. Veo mi preciosa muñeca que has bautizado con mi nombre, ( yo la llamo «mi niña», cada vez que la abrazo cada noche. Desde que me la diste no se ha separado de mi , como sabes me acompañó hasta el hospital y juntas volvimos a casa). Se siente el amor con que la hiciste, realmente es palpable. «Tiene una energía muy buena», me dijo una entendida cuando la vió y tocó, y ahora, al leer tus inicios y todo lo que cuentas aquí, veo que tiene que haber una conexión que transmites al tejer, pues al leerte sentía una emoción interior difícilmente descriptible, que si la contara se me quebraría la voz.
Gracias por todo el amor y gran sabiduría puestos en el proyecto y transmitido en tus creaciones. Sé todo el trabajo y formación que hay detrás.
Gracias a mi sobri también que te sirvió de inspiración, pero aun así, tu siempre fuiste muy creativa, desde bien niña.
Cuando te veía tejer y terminar tus muñecos no era consciente de todo el trabajo que hay tras él, el por qué son como son, sus rostros, sus formas, para mi eran sólo muñecos. Pero al estrechar la mía, me dí cuenta de que no es un muñeco más, es realmente especial.
Ay que bonito!!❤️💕😍💕❤️💕😍💕❤️❤️❤️❤️. Te apapachamos en Semana Santa! Tengo unas ganas!!
Ay!!!! Mercedes que bonita la lectura, me ha emocionado, todo tu esfuerzo y dedicación están dando sus frutos , y te lo mereces de sobre manera. Sigue siendo así de natural, sincera y sencilla y mil adjetivos más , todos lindos, como tú sueles decir.
Un tremendo apapacho de tu siempre amiga. Te quiero❤️
Si algún día incorporas perritos te encargaré un roncito!!!
Queridísima Susana. Muchas gracias corazón. Pues claro que te hago tu perrito, o tus gatitos. Un apapacho enorme amiga hermosa❤️
Qué preciosidad tan grandísima está iniciativa… está hecha con amor y eso se nota en el resultado,…
Gracias por existir, Apapacho, de corazón
¡Muchas gracias Ainoa! Te mando un apapacho enorme❤️💕
Me ha encantado leer esta página de tu historia, la forma en la que expresas y transmites ese enorme entusiasmo con el que interpretas la vida. Tu proyecto es diferente porque las materias primas con las que trabajas son la sencillez, la sensibilidad y el amor. Eso se nota en el resultado de tus apapachitos🤗 . Enhorabuena Mer, te mereces un gran éxito y estoy convencida de que lo tendrás.😘
Muchas gracias Karmele corazón por tus lindas palabras. Me siento apapachada!! Y por supuesto, te mando un gran apapacho, de esos que nos damos siempre❤️
Mer, tu tesón con este proyecto ha sido clave para que haya salido algo tan bonito de todo el esfuerzo e ilusión invertidos durante mucho tiempo y que con tantas ganas nos contabas cuando todavía estaba dando vueltas por tu cabeza.
Ya no es «el cuento de la lechera» como yo te decía, es una realidad.
Mucha suerte y nos seguimos apapachando🤗
Muchísimas gracias Ainhoa!! La verdad decirte que a mí me encantó la imagen del cuento de la lechera que me dijiste. Siempre la llevo conmigo y me motiva mucho. Cuando yo te pregunté qué querías decir con el «cuento de la lechera» me dijiste algo así: «siempre tienes un sueño. Y cuando una etapa se acaba, (o un sueño se termina -después de haberse cumplido-) simplemente coges otro». Y la verdad, me gusta mucho esa imagen, y la he recordado muchas veces. Gracias Aino!💕❤️
Y un enorme apapacho, claro!!😂❤️💕
Enhorabuena, enhorabuena y otra vez enhorabuena Mercedes!!!!
Estoy muy impresionada viendo la dedicación, el trabajo duro y creatividad que estás poniendo para sacar adelante este proyecto. También estoy emocionada, leyendo tu historia y viendo como y porque se ha ido desarrollando. Mucha suerte, te deseo lo mejor!!!!
Muchísimas gracias Ainoa. Gracias por esas palabras, y gracias por la motivación que me das siempre (aún me acuerdo en fiestas de Bilbo!)❤️💕 Te mando un enorme apapacho❤️❤️
Que bonito es leer como es la historia de la creación de Apapacho. Todo la imaginación , esfuerzo y trabajo que te ha llevado , se nota. Me alegro mucho por ti y por ese trabajo realizado.
Y ese regalo que hice a mi sobrino David del duende mágico, que al principio le costó hacerse a él, ahora lo apapacha todo el rato.
Sigue por ahí Mercedes.
Muchísimas gracias Anita! El tuyo fue el primer pedido del duende, y me alegro muchísimo que ahora sea el fiel compañero de tu sobri! Te mando un apapacho enorme enorme💕❤️❤️